Jaume Nunó Roca (Jaime Nunó), nacido en San Joan de les Abadeses (Girona, Cataluña) el 8 de Septiembre de 1824, es bien conocido en México por ser el compositor de la instrumentalización del himno de la República de México, siendo uno de los Catalanes Ilústres que han pasado a la história de México.
Ya desde temprana edad, demostró sus aptitudes para la composición musical. Con tan sólo 15 años de edad, cuando compuso du primera pieza, llamada «Trisagio» en el 1839. Una composición de un estilo marcadamente italiano, y creada para coro mixto, Soprano, Alto, Tenor, y Soprano Solista, acompañado de órgano o piano.
Fué capaz de demostrar sus aptitudes para la música en la Catedral de Barcelona, donde se ganó una beca para estudiar con el compositor Saverio Mercadante en Italia. Tenia sólo tenía 17 años de edad.
Aunque no es nativo de México, Jaume Nunó estuvo estrechamente vinculado a México y a figuras políticas de alto interés e impacto para la história mexicana. Cuando viajó a Cuba como director de la Banda del Regimiento de la Reina de España en 1851, conoció e hizo amistad con el expresidente mexicano António López de Santa Anna.
Cuando Santa Anna regresó a México para recuperar la presidencia de la Repúbllica, éste invitó a Jaime para encabezar las bandas militares mexicanas. Además, su llegada coincidió con el concurso nacional para componer la música del Himno Nacional Mexicano, el cuál ganó en 1854 entre los 26 aspirantes que se presentaron.
La letra del Himno ya había sido compuesta por el poeta mexicano Francisco González Bocanegra, y para el 16 de Septiembre de 1854. se presentó por primera vez letra y música en el Teatro Nacional de México (antes llamado Teatro Santa Anna), que luego fué demolido para ser substituido por el Palacio de Bellas Artes.
Cuando el Presindete Santa Anna fué derrocado en la Revolución de Ayutla, Jaume emigró a Estados Unidos, donde trabajó como concertista y director de óperas. Se estableció en el estado de Nueva York, donde un preriodísta mexicano lo encontró en 1901. En cuanto el entonces presidente Porfirio Díaz se enteró, lo invitó a México, donde fué recipiente de homenajes entre 1901 y 1904, llegando a participar en las celebraciones del 50 aniversario del Himno Nacional Mexicano.
Jaumé Nunó murió en Nueva York el 18 de Julio del 1908, pero el 1942, el gobierno mexicano ordenó exhumar sus restos para trasladarlos a la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de la Ciudad de México, dónde descansa junto a los restos del poeta compositor de la letra del Himno, Francisco González Bocanegra.
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